BMW F 800 ST

La apuesta de BMW el motor bicilíndrico en paralelo de 798 cc empezó con las F 800 S y ST, hace ya un par de años. La ST que hoy nos ocupa es, como su nombre indica, una sport-turismo y se diferencia de la S en que su semicarenado es un poco más envolvente en la parte inferior.


Esta BMW F 800 ST ya es una moto conocida y no es difícil verla por las calles, pero lo cierto es que esta unidad parece tener un tacto más refinado que el de las primeras. Además, es de nuestras tres invitadas la que más potencia y par ofrece, dado que aventaja en 10 CV y 2 kgm a la Aprilia, la siguiente más potente. Eso se nota cuando estiras el motor en zonas despejadas y buscas el máximo rendimiento del motor, aunque no es algo tan determinante en este tipo de motos.
Tiene un desarrollo un poco más corto, lo que beneficia a las aceleraciones pero repercute en la sensación de confort del motor, ya que va un poco más revolucionado cuando circulamos a cruceros medios. Ese toque más deportivo también aparece al ponerse a sus mandos y es que el manillar está más bajo que el de las otras dos y los estribos más altos. Esto se traduce en una mejor posición para afrontar zonas viradas pero en una postura un poco forzada, sobre todo en la flexión de las piernas, para realizar viajes largos. La cúpula desvía el aire correctamente hasta velocidades normales, que no legales, aunque por encima de éstas genera algo de turbulencia. Lo que sí que acompaña ya sea en viaje, en ciudad o carretera, es la instrumentación, que con el ordenador opcional te da información detallada de todo lo que necesitas saber. Los accesorios opcionales son uno de los puntos fuertes de la marca alemana y es que la mayoría de las soluciones técnicas tienen un resultado excelente en la práctica, como el ABS, los puños calefactables o el medidor de presión de los neumáticos.
La parte ciclo no desentona en absoluto y las suspensiones, convencionales al pertenecer a la saga F, trabajan bien tanto circulando tranquilamente, como a un ritmo más alegre en carretera. Como sus rivales, tiene mando remoto de la precarga trasera, de modo que es fácil adaptar la moto si la utilizamos con pasajero y carga. Su agilidad en tramos virados es superior a la de sus rivales, no en vano es la más ligera de las tres. También es verdad que ninguna de ellas se nota demasiado pesada para el ámbito que están destinadas. El ABS que equipa, opcional, demuestra que los alemanes tienen experiencia con este sistema, dado que si aprietas la maneta a tope frenas en un suspiro. Además, el sistema sólo pesa 1,5 kg. Es cierto que al pisar el pedal del freno trasero hay más interferencias. En resumen se trata de una excelente elección para cubrir un gran número de condiciones y de usos, tan sólo tienes que darte una vuelta y ver si «te queda bien de talla».