- La marca italiana explora una categoría que le era ajena hasta ahora
- Hereda de la Multistrada su motor y los tres modos de conducción
- Su precio partirá de alrededor de 16.900 euros en la versión base
Ducati sigue explorando su lado más salvaje y ahora lo hace con la Diavel, una naked que nada tiene que ver con modelos como la Monster o la Streetfighter. En realidad, lo último de la marca boloñesa es una cruiser deportiva con un altísimo componente de diseño, unas líneas muy musculosas y un motor que, dicen, puede dejarte sin aliento. Hace muchísimo tiempo que sus súper deportivas son el no va más en sus respectivas categorías y con la Multistrada 1200 ha elevado a las trail a un nivel nunca visto hasta ahora. La Diavel explora un nuevo camino al dejar su impronta inconfundible en un segmento, el de las cruiser, que siempre ha estado más cerca de la tradición que de la innovación.
Ducati ha dinamitado ese libro de estilo con una moto de diseño puro y ágil, pero a la vez imponente y muy personal. La Diavel se lanza así a la conquista de nuevos nichos de mercado hasta ahora inexplorados por el fabricante italiano, que vive una etapa de auténtica efervescencia. Motos que en su momento se podían considerar totalmente rupturistas como la V-Rod de Harley Davidson o la V-Max de Yamaha se quedan en otro plano con la irrupción de una Diavel que, además, ofrece un potencial tecnológico acorde con el momento en que nace y la marca que la alumbra.
Aún así y por aquello de donde fueres, haz lo que vieres, lo último de Ducati sí respeta algunos parámetros propios de estas cruiser más radicales. Apriorismos intocables como la posición de conducción muy erguida o esa presencia casi altiva, soberbia. Los ingenieros de Ducati aseguran que en términos de agilidad y ligereza y a pesar de ese aspecto monolítico, la Diavel será una referencia respecto a sus rivales más directas.
Tres modos
Para los amantes de la tecnología el nuevo modelo incluye, ABS, Ducati Traction Control y los Modos de Conducción Ducati para aportar una mayor confianza al piloto y que estrenó la Multistrada. Seleccionando uno de los tres (Sport, Touring o Urban) se varía tanto la curva de entrega de potencia como el modo de actuación del control de tracción. En Sport el motor Testastretta da lo que da, es decir 162 CV sin concesiones; en Touring se mantiene esa potencia pero con una entrega más suave y, por último, en posición Urban se ‘capa’ el motor para dejarlo en 100 CV.
El piloto puede activar estos modos a través de la pantalla LCD multifunción de la parte inferior del cuadro que, además de informarnos sobre aspectos clásicos como la velocidad, régimen de giro del motor o el nivel del depósito, también ofrece datos como la marcha engranada o la posición del selector de modo. Para una correcta lectura, incluye un sensor de luz ambiental para actuar sobre el contraste y el fondo sobre el que se proyecta la información.
Su motor, el Testastretta en L a 11º es el también herencia de la Multistrada. Tiene una capacidad de 1.198 cc ofreciendo la nada despreciable cifra de 162 CV a 9.500 rpm y un par de 127 Nm a 8.000 rpm. Es el mismo propulsor, pero con cambios para ganar medios y bajos, ya que una cruiser no es un tipo de moto con la que se suela estirar hasta la zona roja. Son nuevos tanto los conductos de admisión como los de escape, aunque lo más efectivo es el nuevo calado del sistema de distribución.
Todo, sobre un conjunto que apenas sobrepasa los 200 kilos, unas cifras que se traducen en puras prestaciones Ducati y que abren las puertas de un nuevo y confortable mundo de sensaciones deportivas. Y para lograr unos índices de inclinación inéditos en su categoría y aprovechar al máximo la inimitable técnica de elaboración de chasis de Ducati, la Diavel reposa en el suelo sobre un neumático de 240 mm de sección.
Lo más sorprendente de Ducati es que pise el terreno que pise lo hace innovando y sin renunciar a todos y cada uno de sus principios fundamentales como fabricante. Motor bicilíndrico, chasis tubular, diseño a discreción… Y ya sea en una súper deportiva, en una naked pura o una trail el resultado siempre es igual de espectacular.
Componentes de calidad
Toda la parte ciclo es de matrícula, puesto que el bastidor se apoya en el tren delantero en una horquilla Marzocchi de 50 mm y, el posterior, en un monobrazo fabricado en aluminio que bascula mediante un amortiguador Sachs, ambos totalmente regulables. Los frenos son propios de una hi-sport, pero están acordes con la capacidad de aceleración de la Ducati más musculosa que jamás halla pisado el asfalto. Doble disco de 320 mm con pinzas monobloque de cuatro pistones Brembo delante y, detrás, uno de 265 mm, siempre con ABS Bosch de serie.
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